El padre de Javier nos trajo unos sacos de abono de oveja y lo esparcimos por la tierra con los pies.
Después, el hortelano aró todo el huerto con el rotovator.
Por último, nos asesoró con sus consejos y explicaciones:
- El estiércol reciente es muy fuerte y no se puede echar en la tierra. Hay que dejarlo un año y medio para que se seque.
- El abono se echa en el huerto en otoño porque hace fresco y no aparecen hongos.
- Ahora podemos plantar lechugas, puerros, cebollas, ajos, guisantes...
¡Muchas gracias, Javier!
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